José Tlacotzi Tamalatzi, busca trascender en el arbitraje profesional en Puebla, recibió el silbato de plata 2010. |
*Dirigió la semifinal San Luis ante Sinaloa y luego regresó de Nayarit, denuncia al delegado del arbitraje de malos manejos.
Por La Redacción
Después que el selectivo de Tlaxcala en el Campeonato Nacional “Benito Juárez” fue eliminado de la reciente competencia nacional en el Estado de Nayarit, el representante de los árbitros de la tierra de Xicohténcatl, José Tlacotzi Tamalatzi durmió dos días en el piso y se alimentó en una cocina económica, a cambio, dirigió la semifinal San Luis ante Sinaloa y regresó para contar que le robaron la final.
“No me quiero justificar, pero estaba en la lista final con mis compañeros de Baja California Norte, Chiapas y el Distrito Federal, los colaboradores de Arturo Aguilar Escobedo, (delegado de Nayarit), reprobaron la decisión y cambiaron mi designación, dieron la oportunidad al de Sinaloa cuando este estado estaba en la final del nacional”, así se expresa valientemente el silbante de 23 años.
Apenas había descendido del autobús que lo trasladó a Tlaxcala, proveniente de Puebla, -cuando bebía una cerveza corona en Michemix, secundado por Gustavo Rodríguez Morales-, el hombre de tez morena oriundo de San Pedro Tlalcoapan, Chiautempan, confirmó que fueron 12 juegos en los que participó, cinco de ellos como árbitro central.
Tranquilo después del enojo de haber sido aislado del torneo más importante del Sector Aficionado de la Federación Mexicana de Futbol comenta a detalle lo que vivió, pues sus compañeros no lo ayudaron a pesar de la relación que hizo en los seis días que estuvo en la capital Tepic.
“Mis compañeros me enviaron mensajes por teléfono para que le echara ganas, puse todo mi esfuerzo, recibí el apoyo del presidente del Colegio de Árbitros Gustavo Rodríguez, hasta me mandó más dinero, mi esposa me dijo que me concentrara y que estaba muy orgullosa de mí, pero cuando quedó eliminada Tlaxcala, me sacaron del hotel”.
Expresó que antes, durante el viaje en autobús hacia el Estado de Nayarit, el delegado del representativo local, José Luis Zavala, lo discriminó. “Si te bajas (del autobús) te quedas, pues a mí no me informaron que viajarías con nosotros al nacional, además que pitaste la final y nos acuchillaste”.
José Tlacotzi rememora que fueron varios los obstáculos que tuvo que sobrepasar para estar en la semifinal. “El árbitro de Sinaloa me dijo que dónde quedaba Tlaxcala y le dije que si no tenía estudios o era un ignorante… nos vemos en la final, porque tengo la capacidad para estar ahí”, dijo a Circulo Central.
Acompañado del asesor Tomás Pérez Sánchez y de su compañero Marco Hernández, el silbante confesó que sufrió durante el nacional. “El representativo de Tlaxcala vino y como siempre quedó eliminado con golizas, hizo un mal papel, entonces dije, tengo que dar todo para poner en alto el nombre de Tlaxcala y así lo hice, creo que cumplí después de tantas críticas”.
José Tlacotzi, después de que Tlaxcala fue eliminada, habitó en el hotel en forma irregular, durmió dos noches en el piso, para alimentarse salía a un estanquillo compraba tres quesadillas en 45 pesos, por la tarde-noche, comía una orden tacos en 80 pesos. Todo esto, tuvo que pasar, pues el dinero no le alcanzaba.
Pero el silbante ya tenía una recompensa, un día después que salió a cumplir su compromiso al estado del norte, el ex árbitro de la FIFA, Alejandro Cruz Ríos, entregó a su esposa y su pequeña hija el Silbato de Plata, como mérito a su carrera en el torneo 2009-2010 en la Liga Clubes Unidos de Tlaxcala.
Esa tarde-noche, la esposa de José Tlacotzi en medio del llanto se comprometió en ayudar a su esposo para que anhela algún día formar parte de los árbitros profesionales y porqué no, dirigir una final del campeonato mexicano en algunos años.
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