lunes, 31 de octubre de 2011

LE LLORA SAN HIPÓLITO A SAULITO...

La última morada; hoy semilla que renacerá.
* Le dan el último Adiós al joven promesa del futbol.


Por la REDACCIÓN


Abatido expresó: ¡“Mi hermaaaaaaaaaaaaano”!... Fueron las últimas palabras del joven Jair, cuando vio descender hasta su morada final el féretro con el cuerpo de Saúl Elim Jiménez Pérez.. ¡Hiiiiiiijo!... ¡no te vaaaaayas!... Apenas articuló en medio del llanto el progenitor Saúl Jiménez Zempoaltecatl.


Y sí, el sueño de Saúl por ejercer la abogacía –orgulloso, seguía los pasos profesionales de su padre– desapareció para siempre, estaba por concluir la licenciatura en derecho.

A Saúl Jiménez Pérez de apenas 21 años, el 28 de octubre se le acabaron las ilusiones. Esa noche, un desafortunado percance automovilístico terminó con su vida. Todavía los paramédicos intentaron revivirlo durante el trayecto hacia el Hospital Regional de Tzompantepec, pero, no tuvieron éxito.

Ayer, a las 14:00 horas cuando el cortejo fúnebre arribó a la iglesia de San Hipólito, el espacio fue insuficiente para albergar a toda la población. En el colorido panteón, todo era tristeza y desolación.

Frente a la iglesia de San Hipólito, las lágrimas y el dolor inundaron a los presentes. Los pueblos de Chimalpa y San Hipólito se solidarizaron, se unieron en desgracia hombres, mujeres y niños.

Uno a uno, sus tíos Guillermo, Agustín y José Pérez, lo despidieron. Uno a uno sus amigos del futbol depositaron un beso sobre el féretro.

Paco, Horacio, Patricio, Claudio, Ivan, Martín, Jesús y Alfredo todos vestidos de blanco y  otros como Ciro, Raymundo, Gabriel, Armando, Ahuatzi, Aguilar, Calderas y Valencia estaban invadidos por el dolor, ahí, elevaron una oración. Y, uno a uno, sus amigas, entres ellas su novia, fueron testigos del desenlace.

A las diez de la mañana, en el estadio Santacruz, la credencial de Saúl Elim Jiménez Pérez, fue incluida por los entrenadores Martin Valencia y Armando Altamirano en el once ideal de Valencia, su nuevo equipo que milita en la Liga Clubes Unidos de Tlaxcala.

Tras el silbatazo inicial de … el juego Valencia ante Atlético Español comenzó, pero fue suspendido en forma fugaz, entonces, el jugador número once del cuadro valenciano ingresó al campo para sustituir por última vez a  Saúl Jiménez Pérez. Después un minuto de aplausos.

El nombre del extinto futbolista, aparece por última vez en la cédula oficial. Literalmente hablando, jugadores valencianos parecieron ver por el lado derecho a Saúl Jiménez con sus desbordes y enviarles pases, al final, su equipo se impuso 3-2 a los originarios de Apizaco.

En San Hipólito Chimalpa, su ex equipo Real Madrid –Saúl obtuvo dos títulos y un subtítulo como jugador del cuadro merengue en los últimos tres torneos–, el entrenador Claudio López pidió un minuto de aplausos en su memoria antes de enfrentar a Detiz.

En el encuentro, los merengues intentaron brindar el mejor juego a su ex compañero, aun cuando tuvieron una reacción a tiempo y empatar a cinco goles, al final, un penal a tiempo terminado hizo que no se cumpliera este buen deseo.

Ahí, Alfredo Xochicale, uno de los amigos más cercanos de Saulito, poco pudor aportar en la derrota de su equipo, estaba consternado, en unos minutos más, su gran amigo sería sepultado.

Tras el último adiós, Saúl Jiménez padre y su hijo dieron la vuelta al panteón, cruzaron por la gradería y el campo de juego de futbol hasta llegar a su domicilio en San Hipólito. En ellos, el sufrimiento permanecía.


Desde la puerta de acceso al panteón, decenas de amigos y familiares observaron el caminar entre el polvo, de estos dos hombres. Expectantes, unos se preguntaban: “¿cómo ayudarlos en este momento de dolor?. Todo era silencio.

Ahora, Saúl ya descansa en paz, sus amigos del Real Madrid le obsequiaron un jersey blanco, quizá para que en el cielo juegue muchos partidos y, desde el extremo derecho envíe muchos pases a gol.

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